Principios para el desarrollo de las organizaciones modernas.

 Andrés A. de la Cruz Gamonal. UNMSM, Facultad de Ciencias Administrativas, Agosto 1999.


La modernidad de las organizaciones, en el umbral del siglo XXI, no depende tanto de la evolución de la técnica y de la tecnología, sino del cambio en la filosofía del gerente, de su modo de pensar y de actuar para generar una nueva cultura administrativa y organizativa. El problema principal que se enfrenta, es el cambio en la circunstancia de la organización y la necesidad imperativa de vencer una serie de obstáculos o problemas derivados del presente y del futuro, sin lo cual no es posible que la organización pueda desarrollarse adecuadamente.


DESARROLLO ORGANIZACIONAL Y CAMBIO

Cuando Max Weber escribió acerca de «la burocracia», había ideado el modelo de organización que la gran empresa enmarcada por la Revolución Industrial necesitaba para superar una serie de deficiencias que la agobiaban. De ese modo creó un modo de organización caracterizado fundamentalmente por una alta concentración y racionalización de las actividades productivas de diversa naturaleza.

La burocracia suponía el perfeccionamiento de la eficiencia empresarial en base de la aplicación de criterios como la especialización creciente, la división del trabajo, la consagración de una autoridad jerárquica formalmente instituida, el establecimiento de reglas claras de funcionamiento, así como un sistema de procedimientos y reglas para manejar todas las eventualidades del trabajo, el rigor de los controles, un alto sentido de impersonalidad de la organización, la promoción y selección basada en la competencia técnica, la impersonalidad en las relaciones humanas, todo lo que permitiría un mejor funcionamiento de las organizaciones sociales.

Y en efecto, la concepción de la burocracia ha servido en su época, para mejorar los sistemas de estructuración, debido a que las organizaciones se desenvolvían en un medio de naturaleza más o menos estable y podían desarrollarse, con relativo éxito, mediante tal estabilidad.

Sin embargo, a partir de los años 40, de postguerra, tal estabilidad cobra nuevo ritmo y se observa un nuevo factor que hace variar sustantivamente el medio o entorno de la empresa: EL CAMBIO.

Si bien el cambio, en la multiplicidad de factores que rodean a las organizaciones sociales ha estado siempre presente, es el nuevo ritmo de éste, como protagonista importante de la vida social y económica, que ha hecho de las instituciones burocráticas, organizaciones obsoletas, esclerosadas, inflexibles, incapaces de subsistir en un medio profundamente cambiante, donde según Warren Bennis, la única constante que existe es el cambio mismo.

Surgen entonces, nuevos enfoques al encuentro de las perspectivas de la Dirección y la Administración, tales como la Estructuralista y la del Flujo del Trabajo, otras distintas que tratan de asumir este cambio, que al decir de Alvin Tofler se presenta con increíble dramatismo y advierte la necesidad de una evolución tan rápida, dentro de la empresa, tal como se da en su entorno, si se quiere que la primera subsista.

Autores como Kurt Lewis, Paul Laurence, Jay Lorsch, Warren Bennis, Richard Beckhard, Gordon Leppit, Robert Blake, Jane Mouton y otros, preconizan entonces el Desarrollo Organizacional.

El Desarrollo Organizacional es una estrategia educativa, que haciendo uso de las técnicas de gestión y de la administración del factor humano, busca la potenciación de éste a fin de lograr la eficiencia de las organizaciones en un medio profundamente agitado y cambiante.
 

En términos teórico-doctrinarios, el Desarrollo Organizacional es una doctrina y una tecnología para la implantación operativa de la filosofía que propone, lo que es un reto a la imaginación y a la investigación, para adecuar, con éxito, la teoría, los principios y las técnicas ya desarrollados, aplicándolos en nuestro medio, donde en muchos aspectos nos ubicamos todavía en una etapa pre-burocrática, lo que sugiere la necesidad de «quemar etapas» a fin de optar por el desarrollo del modo más pronto posible.

En términos prácticos, el Desarrollo Organizacional significa el choque de las organizaciones del ayer con el medio del presente y del mañana, acerca del cual no estamos preparados, pues el cambio nos ha sorprendido y amenaza con aniquilar la organización social, si no atendemos uno por uno los problemas que nos plantea dicho medio.

Es también una premonición de que los cambios sustantivos en la Sociedad, obligan a un cambio para la modernización de las organizaciones que ésta contiene, cambio que se debe llevar a cabo con una genuina vocación humanista y democrática.

De otro lado nos insinúa que el proceso de modernización aludido, para revertir la burocracia, no evoca solamente el concepto de la Administración Pública como una institución con procedimientos lentos, parsimoniosos, complejos, disfuncionales, en fin de cuentas burocratizados, si no también aquel modelo de maquinaria «perfectamente ensamblada y lubricada» que en rigor doctrinario es la burocracia, y que ha devenido en obsoleta por los requerimientos del cambio, incluso en las entidades del sector privado.

Conceptualizamos entonces al Desarrollo Organizacional, como un proceso para crear un nuevo tipo de organización, tomando en cuenta todos los factores inherentres al cambio y ponderándolos adecuadamente, especialmente, los vinculados con el factor humano, lejos de las orientaciones estructuralistas y del flujo del trabajo, que aunque sumamente importantes, olvidan en la teoría y en la práctica, la preeminencia del hombre y del rol que le toca cumplir, en este panorama de un medio profundamente cambiante.


LAS BASES DEL DESARROLLO ORGANIZACIONAL

Según Alfred Sloan, el Desarrollo Organizacional se hace indispensable en nuestras instituciones sociales contemporáneas y del futuro, por la lucha que tienen que llevar a cabo para sobrevivir en las condiciones del medio que corresponden a un cambio crónico en las instituciones sociales que coordinan los asuntos de casi todos las organizaciones humanas: industriales, gubernamentales, educativas, de investigación, militares, religiosas, etc., por tanto tiempo conocidas como burocracia, la cual es una invención social que se perfeccionó en el marco de la Revolución Industrial.

Su creación se justificó por la situación imperante del momento a fin de superar una serie de graves defectos de la dirección, tales como la subyugación personal, el nepotismo, la crueldad en el manejo de personal, los juicios subjetivos y caprichosos, etc. que se dieron como práctica normal de dirección durante los primeros días de dicho proceso social y económico.

La burocracia fue, en muchas actividades, adecuada en el siglo XIX, pero en la actualidad, no puede ya enfrentar con éxito las realidades de los últimos días del siglo XX y el amanecer del siglo XXI. Hay por lo menos cuatro bases en el desarrollo de las organizaciones, que plantean el cambio de las organizaciones profundamente caracterizadas por su temperamento burocrático: el cambio rápido e inesperado del medio, el aumento de tamaño de las organizaciones, la complejidad de la tecnología moderna y el cambio en el comportamiento de los gerentes.


Cambio Rápido e Inesperado

La burocracia fue eficaz para tratar lo que era rutinario y previsible en los asuntos humanos, pero basta citar los cambios vertiginosos en diversos campos de la actividad humana para evidenciar su inviabilidad de hoy día.

En lo particular, el desarrollo de las Ciencias Administrativas, y de la Administración como ciencia, está transformando la gestión de las empresas en nuestro país, y en el mundo entero, de un modo rápido e inusitado, en todas las áreas funcionales y con diversas perspectivas conceptuales. La tecnología puesta al servicio de la Administración de empresas y de todo tipo de instituciones públicas y privadas caracteriza de un modo diferente los procesos de gestión.

Los cambios en las grandes variables del medio, son ahora en extremo dramáticos. La economía, la sociedad, la política, la cultura en general, se alteran con dimensiones insospechadas, determinando nuevas y desconocidas condiciones para la vida de la empresa. La burocracia, con su escala de mando netamente determinada, sus reglas y sus rigideces, está mal adaptada para el cambio rápido que plantea ahora el ambiente.


Aumento de Tamaño

En teoría puede no haber límite al tamaño de una pirámide burocrática. En la práctica se introduce casi siempre el elemento de la complejidad cuando tal pirámide alcanza gran tamaño.

La empresa contemporánea, en los grandes centros de poder industrial se ha burocratizado continuamente y de un proceso de grandes economías de escala ha pasado a otro de deseconomías de escala. Esto ha obligado continuamente a incrementar su capacidad instalada de planta y a buscar nuevos mercados, consitituyéndose así las grandes corporaciones con presencia en casi todos los paises del mundo.

A nivel nacional, el sector público ha experimentado una gran reducción mediante la privatización y la racionalización de personal, no dejando de ser la más importante de las organizaciones sociales de nuestro medio y del medio de todos los estados del mundo, no importando si se trate o no de un estado decididamente neoliberal.

La organización de las empresas más grandes del mundo frecuentemente no es suficiente para sustentar el crecimiento o desarrollo. Varios factores intervienen en esto: gastos generales burocráticos (derivados de la amplitud de la capacidad de planta instalada), controles más estrechos e impersonales a causa de la dispersión burocrática, y reglas y estructuras organizacionales anticuadas.


Complejidad de la Tecnología Moderna

Las actividades actuales requieren personas con capacidades muy diversas y con alto grado de generalismo. Lo cual parece un contrasentido desde el punto de vista burocrático que propicia la alta especialización.

Se hace crítico entonces el tradicional dilema de generalismo, versus especialidad. Por generalismo se entiende, al amplio dominio de todos los sectores fundamentales concernientes a una disciplina gremial determinada. En el campo de las Ciencias Sociales se hace más exigible el generalismo, y particular y especialmente en las Ciencias Administrativas.

El presente y el futuro de las empresas, más que dominio específico de las materias, requiere de amplio criterio y capacidades diversas para enfrentar con éxito la disimilitud de problemas que cada día tiene que enfrentar la empresa.

Cambio en el Comportamiento de los Gerentes

Sin embargo de la trascendencia de los aspectos antes aludidos, tal vez lo más importante de todo tenga que ver con el cambio en la filosofía de los gerentes, lo que en definitiva orienta su comportamiento.

Es difícil la evaluación de este cambio, porque no se cuantifica de alguna manera y porque las espectativas están más abocadas a observar y a asimilar el cambio en la técnica y en la tecnología, en vez de asimilar e impulsar el cambio más sustantivo en el modo de pensar y de actuar de los gerentes, que en fin de cuentas determina la naturaleza de la cultura administrativa y organizativa.

Podemos ver el cambio en cuestión en los siguientes rasgos de la cultura administrativa que se van desarrollando en base al ímpetu del cambio medio ambiental que obliga a las organizaciones modernas:

a)
Un nuevo concepto del hombre: basado en el conocimiento de sus complejas y cambiantes necesidades, que reemplaza una idea del hombre demasiado simplista, inocente y autómata.

b)
Un nuevo concepto de la autoridad basado en la colaboración y la razón que reemplaza a un modelo de autoridad basado en la coersión y la amenaza.

c)
Un nuevo concepto de los valores organizacionales, basado en ideales humanístico-democráticos, que reemplaza al sistema de valores de la burocracia, despersonalizada y mecanicista.

d)
Un nuevo concepto del poder, basado en la interrelación de los factores de la producción que surte efectos para adentro y para afuera de la empresa, hallando eco en la sociedad y en el conjunto de la economía que reemplaza a una supuestamente esperada perennización de los estatus vigentes.

El cambio es pues, en este sentido, una respuesta de la organización, a los requerimientos del medio. Si no hay cambio se producen los transtornos derivados del autoritarismo, la prepotencia, el sectarismo, la intolerancia, el avasallamiento y las actitudes y posiciones arrogantes.


PROBLEMAS QUE ENFRENTA EL DESARROLLO ORGANIZACIONAL

El problema principal que se enfrenta, es el cambio en la circunstancia de la organización y la necesidad imperativa de vencer una serie de obstáculos o problemas derivados del presente y del futuro, sin lo cual no es posible que la organización pueda desarrollarse adecuadamente.

Los problemas derivados son de: Integración, Influencia Social, Colaboración, Adaptación, Identificación y Revitalización.

La Integración

El problema de Integración se refiere a la unión de las necesidades individuales de todos los que trabajan en una organización, con los objetivos y metas organizacionales.

Este problema no es abordado por la perspectiva de una organización burocrática, porque según ella, sencillamente no existe.

En la práctica predomina aún en ella «el principio» de Fayol «..los intereses individuales deben subordinarse a los intereses de la empresa», es decir a los intereses del empresario, lo cual es repudiado, por lo menos en lo teórico, por las nuevas corrientes humanistas existentes.

Si bien la burocracia supera la concepción del hombre como «una extensión de la máquina» presentada por los clásicos estructuralistas de la administración, su frío planteamiento del factor humano, su formalismo y despersonalización, hacen que se olvide la atención que se debe a las personas y la función que éstas desempeñan.

La respuesta del Desarrollo Organizacional a este problema tiene que ver con el nacimiento de las Ciencias Humanas y la comprensión de la complejidad del hombre, así como de sus aspiraciones crecientes y con un culto a los valores humanístico-democráticos.

La Influencia Social

El problema de Influencia Social alude a la distribución del poder y las fuentes del poder y la autoridad. La burocracia ha tenido una confianza explícita en el poder legal-racional-formal, por lo que de hecho usa el poder coercitivo y en todo caso de una mezcla ambigua de competencia, coerción y código legal. El Desarrollo Organizacional plantea un medio en el cual la gerencia debe estar separada de la propiedad, lo cual es extensivo a todo tipo de instituciones sociales.

El medio evidencia así mismo una creciente organización y difusión de las Relaciones Laborales y de la educación en general, como respuestas justificadas a la coerción que es objeto el factor humano.


La Colaboración

El problema de la Colaboración tiene que ver con la creación de mecanismos para el control y el tratamiento de los conflictos. Para la perspectiva burocrática el problema se resuelve a través de la «Regla de Jerarquía» y la «Regla de Coordinación».

La primera, para los conflictos entre distintos niveles de la autoridad formal, imponiéndose siempre un rango superior, con lo cual se niega en la práctica la existencia del problema. La segunda sirve para resolver conflictos entre grupos del mismo nivel jerárquico y reduce la solución del problema de un modo simplista a mecanismos de armonización formal, todo lo que puede ser un complejo fenómeno de interacción social dentro del grupo.

La burocracia plantea también, una profunda lealtad a la institución.

El medio que advierte el Desarrollo Organizacional, es el de profesionalización y una creciente necesidad de interdependencia. Se ve a la jefatura como una función demasiada compleja para la dirección de un solo hombre. Por lo tanto, la lealtad es primero hacia uno mismo y hacia los más cercanos a uno, y en el largo plazo tiende a orientarse por la preexistencia de un conjunto de valores normativos y principios permanentes de vida y de conducta forjados por la acción del proceso educativo.

La Adaptación

El problema de Adaptación tiene que ver con respuestas adecuadas de la organización, a los cambios provocados en el ambiente. Con relación a este problema, para la burocracia, las actividades son rutinarias; la adaptación al cambio ocurre de modo casual, por todo lo cual abundan las consecuencias imprevistas. Para el Desarrollo Organizacional, el medio es turburlento, agitado y cambiante, en todos los órdenes de cosas.